La industria de los juguetes sexuales crece a ritmos exponenciales y cada vez son más los ‘sex toys’ dispuestos a satisfacer a las mujeres y a los hombres, solos o acompañados.
Mientras más pasa el tiempo, los diseños evolucionan en elegancia y sofisticación. Es más, existen de distintos colores y tamaños y con distintas funcionalidades.
Cada persona vive su sexualidad de forma distinta y no hay un ideal general de cómo disfrutarla.
Por eso, para dar con su juguete ideal, primero tiene que preguntarse: “¿Qué es lo que le gusta?, ¿qué es lo que le da placer? y ¿qué le gustaría explorar?”.
Ya sea para mayor autosatisfacción, para potenciar las relaciones sexuales en pareja o mejorar la conexión con su genitalidad y la percepción de su cuerpo, los juguetes son de gran ayuda para mejorar la sexualidad que va mucho más allá de la penetración.
Debe ser una elección personal y libre o de común acuerdo entre las parejas. Eso sí, si lo va a compartir con otras personas recuerde el uso del preservativo.
¿Qué es lo primero que debe tener en cuenta?
Francesca Gnecchi, especialista en sexualidad y directora de Erotique Pink, comentó a ‘OHLALÁ!’ que “lo primero es encontrar algún lugar donde usted se sienta seguro y que puedan obtener la asesoría adecuada, tanto si va a comprar presencialmente, como sí hace la compra online”.
Además, remarcó que: “Conocerse así mismo, saber qué es lo que le gusta, qué le da placer y no buscar lo que esté de moda o el más vendido es muy importante”.
¿Cuáles son los protocolos de higiene?
A la hora de incorporar juguetes sexuales es importante tener en cuenta que hay que lavarlos con agua y jabón neutro o con algún producto específico para la higienización de los mismos. Luego, debe guardarlos secos en una bolsa de tela o en su estuche original.
Los juguetes sexuales están para sumar y elevar el placer, el erotismo y la excitación.
“Es un camino de ida para muchas y no solamente sirven para el placer, sino también para la salud sexual. Muchas veces los especialistas los recomiendan a personas que tienen dificultad para llegar al orgasmo o que tienen dolor en la penetración. También sirven para activar la pareja o para conocerse y explorar, para descubrir qué nos gusta.”, completó Francesca Gnecchi.
Fuente: https://www.eltiempo.com