Los juguetes sexuales son ideales no sólo para disfrutarlos en la intimidad de la soledad, también para comenzar a explorar sensaciones intensas con la pareja.
Por ello suelen recomendarse como un complemento que acompaña a las experiencias en la cama: no como un protagonista, sino como una herramienta que intensifica las sensaciones y, sí, el placer, para todos los implicados.
A la hora buscar una reinvención en la cama es importante contemplar qué opciones tenemos a la mano. Puede usarse algún vibrador, arnés o complementos como esposas, cobertor de ojos, sin embargo, ante todo hay que descubrir y compartir con la pareja qué sensaciones se desean descubrir.
Para hablar, hay que conocer(se)
Hay una escena en la segunda temporada sitcom Sex Education (2019), en donde la nueva pareja de Aimée Gibbs le pregunta qué quiere que le haga (if you know what I mean), y como ella no tenía ni idea sólo pudo decirle: “Lo siento, cariño, pero ¿cómo puedo excitarme si no sabes lo que te gusta?” Fue así que Aimée Gibbs se dedicó todo un día a tocarse incesantemente: con dedos, restregándose, en la cama, el sofá, el suelo. En todos lados de su habitación.
Llegó el momento de encontrarse con su pareja: ya sabía de qué manera quería ser tocada y se lo compartió.
Esta escena sólo forma una pequeñísima parte de una realidad terapéutica: la importancia de conocerse para hablar. Por ello no nos debe de sorprender que con el uso de juguetes sexuales y eróticos, la función sea la misma. ¡Es más! Hasta puede llegar a ser mucho más excitante.
Juguetes eróticos, un abanico de sensaciones explosivas
Una vez habiendo descubriéndose las zonas erógenas del mapa erótico del cuerpo de sí , falta charlar acerca de qué se quiere explorar: desde el despertar de las sensaciones corporales con los ojos tapados, un jugueteo de inmovilización con muñecas de tobillos y manos, sexo anal con arneses hasta coito con un vibrador que estimula tanto al punto G, clítoris y pene.
Hablar al respecto es sumamente indispensable, ya que no sólo incrementa una sensación de seguridad e intimidad entre los implicados, también de la intriga y suspenso excitante. Hablar, planificar y buscar alternativas entre los dos promueve el deseo: una oleada de fantasías inundando al vínculo mientras se piden los productos por internet y llegan a casa o se visita una sex-shop y ambos deciden qué juguetes usar. Ese es el poder sanador de la sensualidad y sexualidad.
*No olvidar, ante todo momento, comprar un buen lubricante*
Fuente: https://www.sacredsex.com.bo